Durante años pensé que lo más importante que una persona podía esperar de su líder era confianza. O quizás claridad. Tal vez respaldo. Y aunque todos estos elementos son clave, un reciente estudio global de Gallup me hizo repensar algunas certezas.
El informe, elaborado a partir de más de 30 mil entrevistas en 52 países, concluye que lo que más buscan las personas en sus líderes es esperanza. Sí, esperanza. Más que confianza, más que compasión, más que estabilidad. Este hallazgo me sorprendió… pero solo por un momento.
Cuando miré hacia atrás y recordé a los líderes que más impacto tuvieron en mí, tanto en lo personal como en lo profesional, me di cuenta de que todos ellos tenían una característica en común: me hacían creer que lo que venía podía ser mejor que lo que ya era. Y eso cambia todo.
La esperanza no es optimismo vacío. No es decir “todo va a estar bien” sin fundamento. Es generar visión, dirección, un plan. Es tener conversaciones difíciles sin perder el foco. Es caminar junto al equipo incluso cuando el terreno es incierto. Es, muchas veces, ser el último en perder la fe y el primero en actuar.
En el contexto internacional donde muchos de nosotros lideramos, con realidades complejas, crisis recurrentes, inflación, presión de resultados, equipos híbridos y diferencias culturales, esta necesidad de esperanza se vuelve aún más urgente. No se trata de grandes discursos, sino de pequeños gestos constantes: compartir el porqué detrás de una decisión, escuchar activamente, mostrar consistencia, celebrar avances, dar espacio al error con aprendizaje.
Y aquí hago una pausa. Porque también reconozco que no siempre he sido ese líder que transmite esperanza. La incertidumbre, las urgencias del día a día, los números que no cierran… a veces me han hecho caer en un pesimismo exagerado, que sin querer se contagia al equipo. Este estudio me recordó que necesito trabajar más en eso. No solo por los demás, sino también por mí. Porque liderar con esperanza es liderar con propósito.
El estudio también muestra que cuando las personas encuentran líderes que les transmiten esperanza, se sienten menos frustradas, sufren menos, tienen más bienestar y son más resilientes. Y esto no es un lujo. Es una necesidad de negocio, de cultura, de humanidad.
¿Y tú? ¿Qué haces hoy para generar esperanza en los demás?
📊 Te dejo el estudio completo aquí: Gallup – The Leadership Needs of Followers