Recién he visto algunos videos de reclutadores, algo disruptivos, con bailes en TikTok y ofrecimientos poco convencionales para atraer talentos, como ofrecimiento de golosinas, mesa de ping pong, muros coloridos y divertidos… Sin embargo, ¿será que realmente el buen colaborador espera recibir esos ítems como recompensa por su trabajo o para elegir cambiarse de una empresa a otra?

La respuesta es ¡no lo sé!

Hoy día trabajar con multi generaciones dentro del mismo equipo y buscar atraer a nuevos talentos ha sido el mayor desafío de todos los líderes y de RRHH. Sin embargo, yo creo que esos ítems más “divertidos” terminan siendo importantes para enseñar modernidad, ambiente más informal, más apertura a conocer gente más joven… en fin, una serie de puntos buenos y agregadores en un proceso selectivo.

Sin embargo, estoy seguro que debemos pensar siempre en lo básico, también. En mi visión, un buen colaborador espera más que esas cosas aparentes y coloridas. Espera una real oportunidad para crecer, ser feliz en su trabajo y poder entregar todo su conocimiento de la mejor forma que pueda hacerlo. De esa forma, pienso que el colaborador espera un poco más:

  • Tener una real oportunidad de crecimiento y desarrollo profesional, en donde pueda aportar sin tener miedo a equivocarse, ser escuchado, aprender con los nuevos desafíos.
  • Tener una buena comunicación en todos los sentidos, comunicación clara y transparente, principalmente con su líder directo y con la alta administración de la empresa. El concepto de “puertas abiertas” cada vez es más necesario; un buen colaborador no espera tener limitado su acceso a algún líder corporativo o no poder preguntarle algo. Evidentemente, espera que su líder sea presente, inclusivo, desafiador.
  • Evidentemente espera tener una remuneración dentro de los estándares de mercado, con beneficios necesarios para que pueda desempeñar sus actividades con menor preocupación. También es necesario tener claros y comunicados los procesos de reconocimiento por mérito y aumentos de salario.
  • Que las expectativas de ambos lados, empresa y colaborador, estén siempre alineadas, en donde todos sepan lo que se espera de cada lado, sin cobranzas sobre puntos que nunca fueron acordados o nunca estuvieron claros.

Esa es mi visión, puede que sea una visión poco moderna, eventualmente, ya que soy un generación X que intenta aprender a convivir con las generaciones posteriores. Sin embargo, si juntamos las golosinas, ambiente colorido y lo divertido de las acciones modernas con lo básico de la relación empresa-colaborador, como puse en los bullets anteriores, estoy seguro que podemos tener nuestros buenos colaboradores más felices, mas metidos en la empresa y más completos en sus entregas.

Todo sigue siendo nuevo, pero mezclar un poco del nuevo con lo que dice el sentido común nunca hará daño.