“Oi, sumido!”… Esa es una expresión muy común en Brasil usada cuando uno le llama a su ex en la madrugada, después de algunas copas… “Hola, desaparecido”… 🙂

Hace unos días regresamos a la oficina de forma oficial, en modelo híbrido (tres días en la oficina y dos días en casa, home office). Ya me agarré pensando, algunas veces, “que estoy haciendo aquí?”. Y estoy seguro que no estoy solo en eso. Fueron, en nuestro caso, dos años en casa, full home office, con idas muy esporádicas a la oficina, únicamente para revisar algún documento físico o firmar algún papel. 

Algo que he percibido es que nos olvidamos, poco o mucho, como es eso de ver a los compañeros de trabajo, a relacionarse en vivo con ellos, a compartir algo más que tu cara en la computadora durante una video conferencia. Al mismo tiempo, tenemos la sensación de estar haciendo lo mismo que hacíamos en casa, ya que parte del equipo está en home officey vamos a la oficina, muchas veces, a hacer video conferencia con quienes no están presentes ese día. 

Aquí en TOTVS todas las oficinas permanecieron abiertas durante la pandemia, pero la orientación era no usarlas, seguir en casa. Hoy estamos con la orientación de usarlas, en tiempo parcial. Lo que me quedó claro durante esas primeras semanas de modelo híbrido es que debemos reaprender algunas cosas:

  • Reaprender a interactuar con los compañeros de trabajo: siempre fue parte importante de nuestro cotidiano, antes de la pandemia. Eso ahora tiene que ser nuevamente importante. He percibido que ni la pausa para el café la estamos haciendo… Parece que nos quedamos con miedo de platicar y ver al compañero, aquí, todavía, con su nuevo accesorio necesario, su cubrebocas bien puesto.
  • Reaprender (o más bien, readquirir la costumbre) que los tiempos de traslado de casa a la oficina sí existen, a veces son incomodos y largos, pero es una parte que siempre ha existido en nuestras vidas y regresaría, en algún momento post pandemia. 
  • Reorganizar tus tiempos y tus compromisos domésticos, que finalmente, en full home office, terminaban mezclados en tus tiempos laborales. Ahora todo regresa a estar más marcado y definido, ya que dedicarás tus horas de oficina en la oficina, sin las distracciones y eventos domésticos tan presentes.

Pero, regresar a la oficina, ¿era realmente necesario? En mi opinión, sí, era necesario. Por más que, por largos dos años, estuviéramos trabajando bien desde nuestras casas, la empresa siguió existiendo, fisicamente, allí, con sus oficinas en constante mantenimiento. Debemos rescatar la interacción con los compañeros de trabajo, el compartir los buenos momentos con ellos, intercambiar experiencias y buscar seguir entregando lo mejor, en conjunto, como equipos. 

Yo veo esa etapa como un reinicio, así como fue la etapa de aprender a trabajar desde casa, cuando todos sufrimos justamente con ese aprendizaje. Igualmente no fue fácil, pero logramos. Ahora, nos toca regresar a nuestras oficinas. Seguro no será fácil, pero lograremos. 

Es hora de vivir nuevamente nos tiempos de oficina. Y juntos vamos superar esa nueva fase y seguir creciendo.